Como todos los años, uno de los momentos más emocionantes de las jornadas surgió con los testimonios de los usuarios de APAEX, que cuentan sus experiencias vividas a los presentes y donde fue galardonado Marcos Romero con la máxima distinción de APAEX. Este año tuvimos el honor escuchar las experiencias de Jesús Barba y Ana Ibáñez.
Comenzó los testimonios Jesús, que con tan solo seis meses en APAEX ya tiene mucho que contar. Contó su experiencia vital, cómo con catorce años bebió su primer botellín, para sentirse mayor. Comentó una de las frases más escuchadas por los adictos “Yo bebía lo normal”, pensaba. Sin embargo afirma que “Nunca me cuestioné si hacía lo correcto”. La aceptación definitiva de su estado vino de su familia, su hija. “Ella le dio el empujoncito”, afirma.
El segundo testimonio vino de parte de Ana Ibáñez, una veterana de la asociación. Su alcoholismo apareció tras su divorcio de un marido violento y también alcohólico. Su madre enfermó y tuvo que cuidarla, a ella y a sus hijos. Posiblemente esa presión la llevó a beber. “Sólo pensaba en ir a la bodega a comprar a granel”, afirma Ana. Finalmente, sus hijos se fueron, no queriendo vivir con ella y se quedó sola con su madre. Un día cayó al suelo y no podía moverse. Cuando su hija lo descubrió la envió al hospital. Tras una visita a APAEX, donde comenzó su tratamiento y otra visita al médico, le sacaron seis litros de líquido que se había formado por la casi total muerte del hígado. Finalmente, madre e hija recuperaron el contacto cercano y Ana descubrió que su hija también era alcohólica y juntas, ahora luchan por resisitir.
También Mª Trinidad Rodríguez, psicóloga de APAEX Elche, leyó un testimonio anónimo de un familiar de un usuario de APAEX, que pude verse íntegro en la revista VIVIR del año 2018.
Finalmente llegó el momento del premiar a Marcos Romero por su trayectoria en APAEX Elche. La asociación le galardonó con la medalla de oro. Este privilegio tuvo una importancia especial, ya que fue la última medalla que la asociación va a conceder. Marcos Romero no sólo destaca por su resistencia, pues lleva 14 años sin beber y 10 sin fumar, sino por la enorme labor que proporciona a APAEX estando cada día listo para recibir a todos los que llegan en la puerta de la asociación e indicando los primeros pasos que deben dar aquellos que quieren cambiar, para bien, sus vidas.