Guia informativa sobre consumo juvenil de alcohol. Ministerio de Sanidad y Consumo

Un estudio reciente de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), publicado en la revista Gaceta Sanitaria, concluye que padres y madres saben que sus hijos e hijas beben alcohol pero suelen normalizar el problema, que no entienden como tal si el consumo es moderado y asociado al ocio.

La investigación, basada en el testimonio de 42 padres y madres de adolescentes de 12 a 17 años de Madrid, Valencia, Barcelona, Palma de Mallorca, Granada y Pamplona, determina que el hábito “se normaliza en un contexto social y cultural permisivos”, a pesar de tratarse de un problema “de primera magnitud”, ya que el alcohol no sólo constituye un peligro directo para la salud sino que puede producir deficiencias cognitivas, como fracaso escolar y bajo rendimiento laboral, y se asocia a conductas violentas, delictivas y sexuales, según quienes investigan.

Los y las responsables del estudio indican que las personas sondeadas atribuyen el consumo a la presión social del grupo y a la familia. Por otro lado, aprecian que, en materia de intervención, los padres optan por imponer la autoridad y las madres prefieren la vía de la comunicación y la educación. Coinciden, sin embargo, en responsabilizar a las instituciones públicas y las autoridades “de la desinformación y de las escasas alternativas de ocio juvenil, así como de no segurar el cumplimiento de las normas vigentes”, se especifica en la investigación.

OTROS ESTUDIOS

El trabajo de EASP cita otros estudios recientes para afirmar que más del 70 por ciento de los y las adolescentes bebe alcohol con cierta frecuencia, principalmente los fines de semana, y sitúa entre los 12-13 años la media de edad de iniciación en el consumo.

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